IndiGentes

27.11.2012 07:06

 

IndiGentes

La indigencia en la tercera edad es una situación de abandono, marginación social y desempleo que viven los ancianos con discapacidades específicas frente a la sociedad, carecen de vivienda adecuada, de ingresos propios y viven en una situación de pobreza.

El problema de la indigencia en la tercera edad se ha venido originando desde mucho tiempo atrás, siempre se ha tenido la concepción de que los abuelos son personas muy difíciles de manejar o de llevar debido a su estado de vejez, en muchas familias no se ve a ese ser como alguien que necesita del apoyo, la comprensión y el cariño de los demás miembros del núcleo familiar. esta es la causa principal de que nuestros ancianos se sientan como un objeto más de la casa que no sirve para nada llevándolos a un estado de total depresión y abandono lo que los conduce a buscar otros espacios donde según ellos puedan demostrarse y demostrar que pueden valerse por sí mismos a través de métodos no muy dignos y adecuados para su edad, entre los más notorios la mendicidad y la indigencia.

Otra característica negativa y que contribuye al crecimiento del problema es la indiferencia por parte de la sociedad que no ha aprendido a convivir como hermanos, para que poco a poco solucionemos conjuntamente la crisis social de la ciudad.

Roberto Mora nació en el año 1936 actualmente tiene 75 años vive en Torreón Coahuila, su ciudad natal. Es soltero nunca tuvo hijos, el solo cuenta con sus sobrinos y su hermana.

Roberto nació con una discapacidad él nunca a podio caminar solo cuenta con una pierna, debido a que en aquellos años en los que él nació no existía la cesaría, cuando su madre dio a luz por el canal de parto el doctor le lastimo la pierna por la fuerza que ejerció al momento de sacarlo, esto le trajo complicaciones, la pierna derecha la perdió por falta de circulación, se infecto de gangrena y debido a que no hay irrigación se seca, por consiguiente se le amputo la pierna, el dice “esta pierna que me queda también esta lastimada pero dice el doctor que todavía aguanta, yo le digo al doctor que ya mochilas porque petacas ya se acabaron pero el doctor me dice, espérate vamos a tratar de salvarla porque sirve para acomodarse… y ahí le estamos haciendo la lucha con los del seguro”.

El señor pasa 12 horas afuera de una farmacia Guadalajara ubicada en la calle Hidalgo, con una gorra pidiendo limosna.

Roberto cuenta con una enfermera que le asigno el seguro social por parte del trabajo de sus sobrinos. Ella pasa la noche con él, cuidándolo, en las mañanas lo levanta, lo cambia y lo lleva a la farmacia. Ella lo recoge a las 8pm, lo lleva a la casa de Roberto y al día siguiente lo regresa a la farmacia a las 8am, enseguida se va. La enfermera vive en Lerdo y desde haya se viene a Torreón a cuidarlo en la noche, el seguro le paga a ella.

El señor Roberto está ahí por cuenta propia, el dice “no es que me traigan, es que yo soy muy independiente, no me gusta dar guerra, no me gusta que se aburran de mi”. Sus sobrinos lo tuvieron un tiempo en un asilo, pero no le gusto explica brevemente “no había con quien platicar, ahí solo habían personas o muy serias cada quien en su vida, o personas que ya no estaban bien de la mente, o ya muy grandes que no respondían bien”. Comenta “lo único que me funciona bien es la cabeza, dije aquí me voy a volver loco” El señor Roberto solo duro 6 meses en el asilo.

El señor tiene insuficiencia cardiaca, y el corazón crecido “en cualquier rato voy a marchar, y no aguanto mucho”.  

A él no le llevan de comer pero a veces en las mañanas a él y a otros indigentes les llevan de desayunar el DIF, o con lo que le dan las personas la compra.

El señor Roberto le agradece mucho a dios por tener vida y menciona que hay gente buena que le da y lo ayuda, dice que a él le gusta estar en las calles platicando con la gente “a veces pasa la gente platicando de sus problemas y me entretengo imaginando sus vidas” dice Roberto Mora, una persona de gran valor y amor a la vida.